Tortugas marinas, otras viajeras de la isla

Tortugas marinas, otras viajeras de la isla
Por: Nicolás Bernal y Eliana Prieto
A pocos metros de la costa, mientras disfrutamos el paisaje de las playas coralinas, hay otra visitante en Isla Fuerte. Esta se alimenta de medusas, pastos y esponjas marinas entre otros. Es la tortuga marina, de la cual llegan cuatro especies diferentes a la isla. Sin embargo, a pesar de su belleza e importancia para el ecosistema marino, algunas están en peligro crítico de extinción y se alejan cada vez más de estas playas.
La primera de estas especies es la Tortuga Verde (Chelonia mydas) la cual se distribuye en los mares tropicales y subtropicales del mundo. Normalmente se considera herbívora, aunque en Galápagos se ha observado que come invertebrados como cnidarios y medusas y hojas de mangle Rojo (Rhizophora mangle) (Carrión et al., 2010).
La segunda visitante es la Tortuga Caguama (Caretta caretta), se puede encontrar a lo largo de América. Las Caguamas adultas se alimentan típicamente de invertebrados que viven en el fondo del mar -en hábitats de fondos duros- aunque algunos peces y plantas están presentes ocasionalmente en su dieta (NMFS y FWS, 1998).
Un poco más lejos en Isla fuerte, hacia los Bajos Burbujas y Bushnnell nos visita la representante más grande de las tortugas, la Tortuga Laúd (Dermochelys coriacea). Su imponente tamaño no las pudo proteger suficiente y se encuentran actualmente en peligro crítico de extinción. Esta tortuga se distribuye en aguas templadas tropicales, subtropicales y subárticas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, y ocasionalmente se la encuentra en el mar Mediterráneo. Se alimenta principalmente de medusas, aunque también le gustan los peces e invertebrados (Frazier, 1985; James y Herman, 2001; James et al., 2005).
La embajadora de las hermosas playas de Isla Fuerte es la Tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) la cual es la única que pone sus nidos en la isla. Esta es una especie que se encuentra en todos los mares del mundo y tristemente también está considerada en peligro crítico de extinción. En la primera etapa de su vida, las tortuguitas Carey viven en áreas donde se acumulan restos flotantes de los manglares o algas marinas, y los adultos se ven muy a menudo en arrecifes de coral o fondos rocosos. Las tortugas Carey se alimentan de esponjas e invertebrados, incluyendo medusas. (Plan Nacional para la Conservación de las Tortugas Marinas. 2014)
Este el peso y tamaño aproximado de una tortuga adulta de cada especie.
Especie | Dimensión | Peso |
Tortuga Verde | 100 cm | 100 – 225 kg |
Tortuga Caguama | 75 – 100 cm | 100 -200 Kg |
Tortuga Laúd | 3 m | 1.000 kg |
Tortuga Carey | 65 -90 cm | 45 -70 kg |
Las tortugas marinas son importantes porque cumplen funciones ecológicas como trasladar nutrientes, remover la arena de las playas de anidación, contribuyen al buen mantenimiento de los pastos marinos, ayudando a muchas otras especies que dependen de estos. Cuando la tortuga Carey se alimenta de esponjas mantiene la dinámica de arrecifes de coral -alivia el epizoismo en corales- Por su parte, la tortuga Laúd se alimenta de medusas, con lo que mantiene el control de las poblaciones, al igual que otras tortugas que comen peces y crustáceos. También debido a que las tortugas marinas realizan migraciones de miles de kilómetros y tardan décadas para madurar sexualmente, sirven como importantes indicadores de la salud de los ambientes costeros y marinos, tanto a escala local como global.
Varias de estas especies se encuentran en peligro de extinción principalmente, por la excesiva captura de individuos que no han alcanzado la edad de madurez sexual, también por el consumo de su carne y por los saqueos de los nidos para el consumo de los huevos. Además, las playas están siendo modificadas con fines turísticos y la poca presencia de árboles, la iluminación nocturna y el ruido hacen que cada vez menos las tortugas logren poner sus nidos en las playas de Isla Fuerte.
Las tortugas marinas son un atractivo que forma parte del turismo marino y esta actividad se permite realizar -de manera responsable- dentro de las áreas marinas protegidas existentes como es el caso de Isla Fuerte (SPNG, 1998; Perrone et al., 2009). Para beneficiarnos de su belleza, necesitamos que todos, tanto isleños como visitantes, las conozcamos y las respetemos, ya que estas hermosas criaturas pueden llegar a contribuir no solo ambientalmente como ya lo hacen, sino económicamente a la comunidad al maravillar con una experiencia única a todos los demás visitantes.
Bibliografía: